martes, 12 de febrero de 2013

HE PERDIDO LA CUENTA


Esta semana, que ha sido la primera del segundo cuatrimestre, voy a dejar a parte cualquier tipo de formalidad que no me corresponde para expresar más cómodamente lo que ocurrió a 7 de febrero.

Entramos inocentes por la puerta de la clase, un poco tarde por comprar nuestro material de cada día, para empezar a dibujar, pensábamos.

Pero ese mismo día, más o menos a la misma hora, había una manifestación contra los recortes en la educación PÚBLICA, por supuesto, (de la que hoy en día no podemos presumir frente a otros países de la unión europea cuyo porcentaje de fracaso escolar es nulo y la motivación inmensamente mayor).

Y es por eso, creo, que el ambiente en clase no era ni por asomo el de otros días. Nos esperaban unas palabras de bienvenida, breves en comparación con el bofetón de buenos días. Y es un bofetón de buenos días precisamente por que estábamos todos dormidos como siempre. Creo que todos los alumnos ese día salimos de clase bien encendidos y sinceramente, al que no le hubiera afectado, pobre de él.

Si la clase hubiera sido normal, nosotros hubiéramos pintado mientras fuera, gente desconocida para nosotros luchaba por NUESTROS derechos y los de nuestros hijos y así sucesivamente. Asique definitivamente, necesitábamos despertar. Porque nadie va a crear nuestro mundo por nosotros, nuestro país (que aunque ahora no sea algo de lo que enorgullecernos, es nuestro) y mucho menos nuestra vida. Todo eso nos lo tenemos que resolver nosotros solitos pero muchos jóvenes (yo incluida, hasta la fecha) piensan que crearse un futuro y una vida es estudiar y sacar buenas notas como papa y mama dicen. A mí siempre me ha corrido por las venas un poco de sangre rebelde pero simplemente no había despertado porque no pensaba que se pudiera hacer algo, y si se podía hacer, desde luego yo no tenía los medios.

Pero efectivamente, como bien nos contaron nuestros profesores en clase ese día, para un golpista (que para el caso, es semejante a una persona que controla un redil) lo primero es el ejército, los medios de comunicación y después las universidades. ¿Por qué? Porque son centros llenos de gente joven, con ganas de vivir, sin nada que perder, culta y LIBRE. Es por todo esto por lo que somos veneno para los tiranos que ahora roban nuestro dinero y nuestro futuro. Somos muchísimo más peligrosos de lo que pensamos y sobre todo, no nos dejamos engañar tan fácilmente (o eso me parecía hasta que me di cuenta de que yo incluida estaba en trance, en mi burbuja, enterándome de que nos jodían y nos joden pero sin actuar en absoluto).

Por eso han aumentado en mi tanto la rabia, como las ganas de unir a todos nuestros compañeros universitarios y todo aquel que pueda a pensar un poco como lo hago yo gracias al bofetón. Deseo gritarles a todos mis amigos que qué esperan de todo esto... qué esperan después de la carrera... qué trabajo van a buscar... no va a haber trabajo para nadie y nuestro papel firmado no va a servir para NADA. Vivimos pensando en un futuro perfecto y no existe...no existe por que no lo estamos creando... nadie quiere enterarse de lo que pasa fuera de sus casas o de las universidades. Vamos como borregos, con prejuicios, con miedo a salirse de lo normal, siguiendo a la gente y haciendo lo que nos mandan pero en realidad nadie es feliz con lo que hace… y como coño pretendemos trabajar si no cambiamos el país... y como coño queremos cambiar el país si ni siquiera somos capaces de seguir nuestro propio camino…tenemos que ser brillantes en lo que hacemos, hacerlo todo de puta madre, lo mejor que podamos, ser felices; empaparte de lo que pasa fuera y armarte moralmente… y cuando seamos fuertes, cuando seamos los únicos aún en pie, entonces nadie nos dirá nada por tirar la primera piedra a los golfos que roban nuestro futuro.

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